Me lo han quitado todo
las plumas
los lápices
la tinta
porque ellos no quieren
que yo escriba
y me han hundido
en esta celda de castigo
pero ni así ahogarán mi rebeldía.
Me lo han quitado todo
— bueno, casi todo —
porque me queda la sonrisa
el orgullo de sentirme un hombre libre
y en el alma un jardín
de eterna florecitas.
Me lo han quitado todo
las plumas
los lápices
pero me queda la tinta de la vida
— mi propia sangre —
y con ella escribo versos todavía.
*Original escrito con mi sangre y una astillita
de madera en abril de 1981 en las celdas
de castigo de la Cárcel Combinado del Este,
en La Habana.
The Greatest Ink
Margaret Lawlace
They’ve taken everything from me,
the pens,
the pencils,
the ink,
because they don’t want
me to write,
and they’ve sunk me down
deep in this cell,
but my rebellion will not drown.
They’ve taken everything from me —
well, almost everything —
but here is my smile,
the pride of a man set free,
and in my soul a garden,
flowering eternally.
They’ve taken everything from me,
the pens,
the pencils,
but here is the ink of life —
my own blood —
and thus I write my verses still.
*Original written with my blood and a splinter of wood in April 1981
in the cells of the East Combined Prison in Havana.